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miércoles, 9 de marzo de 2011

¿Qué hacer cuando la pareja o alguien cercano es consumidora dependiente de alcohol u otras drogas?

En nuestra consulta de Atención y Referencia de personas consumidoras de droga, el trabajo más importante es la prevención,  no obstante, intentaremos de abordar esta problemática con la intención de dar pistas que ayuden a enfrentar posibles situaciones en las que familiares o personas cercanas a nosotros estén en el consumo de alguna droga.
Es primordial a la hora de construir una reflexión sobre el problema de las drogas, tener definiciones claras. En este sentido, iniciemos esta reflexión con la definición de droga. Para la O.M.S.  droga es  “toda sustancia que introducida en el organismo  puede  modificar  una o más funciones de éste, capaz de generar dependencia caracterizada por la compulsión a tomar la sustancia de un modo continuado o periódico, a fin de obtener sus efectos y,  a veces,  de evitar el malestar  de  su falta”.

¿Qué es la adicción a las drogas? La adicción se define como una enfermedad crónica del cerebro con recaídas, caracterizada por la búsqueda y el uso compulsivo de drogas, a pesar de las consecuencias nocivas. Se considera una enfermedad del cerebro porque las drogas cambian al cerebro: modifican su estructura y cómo funciona. Estos cambios pueden durar largo tiempo y llevar a los comportamientos peligrosos que se ven en las personas que abusan de las drogas.
 
Como resultado de las investigaciones científicas, sabemos que la adicción es una enfermedad que afecta tanto al cerebro como al comportamiento. Hemos identificado muchos de los factores biológicos y ambientales y estamos comenzando a investigar las variaciones genéticas que contribuyen al desarrollo y progreso de esta enfermedad.
 
¿Cómo funcionan las drogas dentro del cerebro para producir placer? Todas las drogas de abuso, directa o indirectamente, atacan el sistema de gratificación del cerebro inundando el circuito con dopamina. La dopamina es un neurotransmisor que se encuentra en regiones del cerebro que regulan el movimiento, las emociones, la cognición, la motivación y los sentimientos de placer. La sobre estimulación de este sistema, que recompensa nuestros comportamientos naturales, produce los efectos de euforia que buscan las personas que abusan de las drogas y les enseña a repetir este comportamiento.

Los adultos que abusan de las drogas a menudo tienen dificultad para pensar claramente, recordar y prestar atención. Con frecuencia desarrollan comportamientos sociales pobres como resultado de su toxicomanía y su rendimiento en el trabajo y sus relaciones personales sufren. Los padres toxicómanos a menudo tienen hogares caóticos y llenos de estrés, donde se ve la negligencia en el cuidado de sus hijos menores. Condiciones como éstas estropean el bienestar y el desarrollo de los niños en el hogar y pueden establecer las bases para el abuso de drogas en la generación siguiente.

¿Qué significa conducir bajo la influencia de las drogas? La principal preocupación relacionada con el conducir drogado es que el conducir bajo la influencia de cualquier droga que actúa sobre el cerebro puede deteriorar la destreza motora, la capacidad de reaccionar a tiempo y el juicio.
Las drogas actúan sobre el cerebro y pueden alterar la percepción, la cognición, la atención, el equilibrio, la coordinación, el tiempo de reacción y otras facultades requeridas para conducir de manera segura. Los efectos de cada droga específica difieren dependiendo de su mecanismo de acción, la cantidad consumida, el historial del usuario y otros factores.

Humo del tabaco:  
Las consecuencias a la salud debido a la exposición involuntaria al humo del tabaco, el humo ambiental incrementa el riesgo de desarrollar enfermedades del corazón y cáncer de los pulmones, en un 25 a 30 por ciento y en un 20 a 30 por ciento, respectivamente, en las personas que jamás han fumado.

¿Es el abuso continuo de drogas un comportamiento voluntario?

Por lo general, la decisión inicial de consumir drogas es voluntaria. Sin embargo, cuando se convierte en abuso de drogas, la capacidad individual para ejercer el auto control se vuelve sumamente deficiente. Los estudios de imágenes del cerebro de los drogadictos muestran cambios físicos en áreas del cerebro esenciales para el juicio, la toma de decisiones, el aprendizaje, la memoria y el control del comportamiento. Los científicos creen que estos cambios alteran la forma cómo funciona el cerebro y pueden explicar los comportamientos compulsivos y destructivos que resultan de la adicción.

¿Como detectar cuando mi pareja consume drogas de una manera problemática?

1.- ¿Pasa mucho tiempo encerrado en su cuarto, baño u otro lugar, aparentemente haciendo nada?
 2.- ¿Ha tendido últimamente a aislarse de la familia?
3.- ¿Ha cambiado bruscamente sus gustos o intereses?
4.- ¿Ha decaído su interés o dedicación en los estudios, trabajo, por sus amigos o la casa?
5.- ¿Ha bajado notoriamente su rendimiento en los estudios o ha tenido problemas en el trabajo?
6.- ¿Ha tenido frecuentes problemas de conducta durante el último tiempo?
7.- ¿Ha notado cambios bruscos en su estado de ánimo, más irritable, más impulsivo o aislados?
8.- ¿Parece estar menos contento o feliz en comparación a como era antes?
9.- ¿Se ha puesto más egoísta, menos preocupado por los demás o más agresivo con sus familiares y amigos cercanos?
10.- ¿Se ha visto excesivamente confundido o distraído?
11.- ¿Lo ha notado más descuidado con sus responsabilidades en la casa, trabajo o en los estudios?

¿Qué hacer mi pareja consume drogas de una manera problemática?

          Enfrentar la situación.
          Averiguar la gravedad del asunto.
          No reprochar, ni buscar culpables.
          No compadecer.
          Dar apoyo para la búsqueda de soluciones.
          Consultar con profesionales del área.

Es importante hacer todo lo posible para que el afectado recurra a ayuda especializada.
Se debe conversar tranquilamente del asunto y dar espacio para que el otro se abra a la comunicación.
Ayudarlo a reconocer qué problemas ha tenido producto del uso de drogas.
Estimularlo a buscar orientación con especialistas.
Es indispensable el compromiso tanto del consumidor como de la familia en cualquier proceso de tratamiento que se intente, ya que el problema no involucra sólo a la persona, sino también a su entorno.

DEBE EVITAR:

  • Hacer una acusación contundente o violenta.
  • Hacer juicios de tipo moralista.
  • No dar importancia a los hechos y dejar que este tipo de conducta continúe.
  • Abandonar sus esfuerzos si su hijo se resiste a sus intentos de participar más en  su vida.
  • Hacer uso de violencia física.

LOS CELOS ¿Son inevitables?, ¿expresión del verdadero amor?


 En su definición más básica, los celos constituyen aquello opuesto a la noción de confianza. Su presencia en las relaciones de pareja es innegable, ya sea al comienzo, en el curso o al final. Este tipo de emoción tiene orígenes específicos así como consecuencias para la interacción de las personas.
Mirando el fenómeno desde la Psicología Evolutiva, podría decirse que los celos tienen una función particular y universal en la historia de la especie humana dado que permiten la construcción de relaciones monogámicas y fieles. Así, los celos son emociones que funcionan como un mecanismo de defensa por medio del cual las personas garantizan la permanencia de su pareja y protegen la relación de actuales o potenciales intromisiones.
La percepción, sensación o fantasía de que tal amenaza existe lleva a que la persona tome acciones encaminadas a eliminarla o disminuirla. Las medidas que se generan a raíz de los celos son muy variadas y van desde ejercer vigilancia sobre la pareja buscando signos probables de que el otro ha establecido una relación paralela, hasta las demostraciones crudas de violencia. La rabia, tristeza y humillación, sensaciones también relacionadas con los celos, motivan un comportamiento que típicamente busca el alejamiento del tercero o la prevención de que la pareja abandone la actual relación. 
  La persona que sufre con lo anterior tiene un claro perfil psicológico asociado que incluye elementos tales como baja autoestima e inseguridad, necesidades altas de estimación y aprobación externas, demanda de ser amado incondicional y exclusivamente, es egoísta y desconfía con frecuencia. Controlar los aspectos físico y emocional de la pareja se convierte en su obsesión, de tal forma que comienza a comunicar mensajes dirigidos a restringir cuestiones como el atuendo que usa el otro, el tipo de personas con el que interactúa (llamadas, reuniones, etc.) y toda actividad que pueda implicar una probable situación que fomente la infidelidad.
Ahora bien, para evitar que la pareja alimente sus ideas no reales de infidelidad, es conveniente expresar de manera clara y decidida el cariño y amor que los une, dando así seguridad acerca del vínculo actual. Lo anterior puede darse sin tener que exponer explicaciones para cada uno de los movimientos y actividades que se hacen a diario. También es importante aclarar cualquier situación que pueda resultar ambigua y que por esto mismo sirva para alimentar la sensación de celos. 
¿Qué hacer contra los celos?
Una serie de recomendaciones pueden ayudar a la persona celosa, pero siempre que ella desee con todas sus fuerzas acabar con esta actitud obsesiva. Las personas celosas deben identificar si existen realmente razones para sentir celos. En caso de que existan motivos para expresarse de tal forma, éstos se deben expresar inmediatamente a la otra persona, con la finalidad de evitar malos entendidos y un deterioro en la relación.
También es recomendable hacer una lista de las ideas o celos, escribiendo junto a cada uno las razones que le hacen pensar en ellos y las pruebas que tiene para que sean ciertos sus pensamientos. Asimismo, se debe eliminar la palabra "celos" de su vocabulario porque hace referencia a una actitud no deseada. En lugar de decir "soy celoso" es mejor decir "actúo celosamente", ya que de esta manera se hace referencia a un hecho concreto y no a la propia identidad de la persona.
Cuando aparece un arrebato, lo mejor que podemos hacer es mantenernos calmados y serenos, preguntarle qué es lo que le ha molestado y cómo podemos mejorar. Así, se sentirá poseedor de la verdad y se relajará. Si nos enfrentamos a él, sólo empeoraremos la situación.
Buscaremos actividades gratificantes para los dos miembros de la pareja, a fin de relajar los ánimos y fomentar la buena comunicación y los buenos momentos, ya que si entramos en la dinámica de sólo discusión, estamos perdidos.
La realización de actividades gratificantes ayudará a mantener a la pareja unida y a elevar la valía y la autoestima del celoso, al hacer cosas útiles que le relajan y disminuyen su ansiedad.
Si su actitud es pasiva, las ideas negativas serán mucho más recurrentes, ya que la mente no estará distraída y el problema se incrementará.
Si la situación está desbordada y sin control, lo mejor será acudir a un terapeuta que intervenga en el reaprendizaje de nuevas conductas más adaptativas y de nuevos pensamientos más racionales.
Se orientaran  una serie de tareas a realizar durante la semana, de refuerzos obtenidos y de castigos por los malos comportamientos, con el fin de mantener y fomentar la conducta sana y extinguir la conflictiva.
Asimismo, se estudiarán los pensamientos distorsionados para desmontarlos y sustituirlos por otros más racionales y maduros, se delimitará el horario en el que se puede discutir y en el que se tiene que disfrutar, para que se sienta obligado a cumplirlo y que la situación no empeore.
Ya que muchos de sus razonamientos son erróneos y exagerados y tienen un alto nivel de ansiedad, si se obliga a la persona a retenerlos y no decirlos hasta que llegue su “horario de celos”, muchos habrán desaparecido o se habrán debilitado, con lo que nos evitamos muchos enfrentamientos innecesarios