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sábado, 11 de febrero de 2012

El AMOR NO TIENE EDAD… o SI?


El AMOR NO TIENE EDAD… o  SI?
Las parejas formadas por personas que difieren mucho en edad tienen dificultades añadidas a las de cualquier otra. Se debe ser consciente de ellas y de cómo solucionarlas.

¿POR QUÉ SE DAN ESTAS PAREJAS?

 El entorno de hombres y mujeres que deciden vincularse con otra persona que puede doblar o incluso triplicar la edad o al contrario, sentir atracción por quienes resultan más jóvenes y llenos de vida, es muchas veces un problema del cual no pueden sentirse ajenos.
Es así como las opiniones no tardan en llegar – sean éstas solicitadas o no – y cuyos argumentos son entre otros, los que hablan de una supuesta búsqueda o de una carencia, como el del padre que quiere brindar protección o la de sentirse cobijado como un hijo en las faldas de su madre.

Como psicólogo y remitiéndome al caso por caso, en algunas de estas parejas en el que la mujer se relaciona con un hombre que le dobla la edad se da el proceso inconsciente de la búsqueda de un padre. Hago la salvedad, que no necesariamente se tratará de este tipo de inquietud. ¿Qué pasa si esta persona en particular tiene las características que (la mujer en este ejemplo) valora y ha buscado?.

Ahora, aclara que si esta mujer (siguiendo con el ejemplo más clásico, aquel de una joven y un hombre mayor) estuviera en realidad buscando un padre, indagaría en alguna función en él que satisficiera su necesidad. “Ahí sí podríamos hablar y avalar lo anterior”.

Entonces, la sabiduría, experiencia, la protección y en el fondo “que se haga cargo emocionalmente”, serán las características que más se repiten en este tipo de búsquedas. Hago valer las siguientes interrogantes, ¿por qué esta mujer buscará tales cualidades en un hombre?, ¿qué hay en ella que no puede hacerse cargo de sí misma?, etcétera.

Y aunque menos común – o quizás menos evidente – es de igual importancia presentar el caso contrario, es decir, una mujer madura quien construye una relación con un joven menor. Al respecto, la sociedad tiene mucha injerencia en este tema  y por lo tanto al ser aún mal visto, es muy probable que sean muchos más casos de los conocidos, pero que el secreto de su desarrollo sea lo que impere.

Se tiende a pensar automáticamente que el hombre busca a esta mujer para obtener algún beneficio, en estos casos, lo que necesite puede ser similar o igual que en el ejemplo anterior, o sea, la seguridad que puede brindar una dama ya mayor, con experiencia y con sus ideas claras, cualidades que pueden cautivar a un joven para quien sus coetáneas le parezcan aburridas e infantiles.

En cuanto a las problemáticas en esta situación, lo más común es que sea ella quien tema que en algún momento no pueda seguirle más el paso a este muchacho, por lo que buscará ayuda en instancias como la cirugía plástica y todo lo que la pueda hacer ver más joven y bella.

Hay quien piensa que este tipo de relaciones  tan sólo se deben al interés económico de ella, y al deseo de rejuvenecer de él. En efecto esta es una de las causas que se dan en algunos casos, únicamente en algunos. Claro que  este tipo de uniones no deberíamos calificarlo de parejas, más bien de contratos mercantiles.

Hay otro tipo de parejas de edad muy distinta. Todos los hombres buscan en la relación de pareja que ella haga “un poco” de madre, de esa madre que consuela, cuidada, atiende. Todas las mujeres buscan “un poco” que él haga de padre, de ese padre que protege, satisface necesidades, y abraza en momentos de miedo y desconsuelo.

Hay casos en los que la mujer no busca “un poco” a un padre sino “mucho”. El hambre de amor paterno nunca satisfecho del todo, el no haber nunca renunciado en lo más profundo a que papá sea “de propiedad privada”, sin compartirlo con mamá ni con los hermanos, lleva a un número no desdeñable de mujeres a sentirse atraídas por hombres 15, 20 ó 30 años más mayores que ellas. Al mismo tiempo existen hombres que no asumen el paso del tiempo, otros que sienten que su psicología es aún joven aunque esté encerrada en un cuerpo que ya empiece a languidecer,

Otro  tipo de parejas, quizás el más numeroso, está formado por personas que reúnen todos los requisitos para sentirse atraídos: semejantes sufrimientos emocionales, distintos pero complementarios mecanismos para sobrellevarlos, esquemas similares de cómo debe ser una relación de pareja, estilos de hacer el amor compatibles... y ello con independencia de que el mayor sea él o sea ella.
Este alto grado de compatibilidad les lleva a intentar una relación de pareja estable a pesar de una marcada diferencia de edad.
Les guía en definitiva el amor, el sincero interés por el otro, la maravillosa experiencia de sentirse fundidos en una entidad llamada pareja. Tienen derecho a vivir estas experiencias. Casi todas ellas cometen un grave error, ignorar las dificultades añadidas que conlleva una relación con estas características.

¿QUÉ PROBLEMAS CONLLEVA ESTE TIPO DE RELACIÓN?

. La pareja es compartir. Compartir no sólo lo material, el espacio físico, la alegría o la enfermedad, sino también y quizás prioritariamente las emociones, aquello que alegra, entristece, hace vibrar a nuestro corazón, o simplemente inquieta. ¿Cómo podrá una persona de 60 años compartir con su pareja de 30 la experiencia de envejecimiento, de limitaciones físicas que la edad va ineludiblemente dando? ¿De qué forma podrá compartir lo que siente hacia sus nietos, (si anteriormente tuvo otra pareja de la que nacieron hijos), con alguien que tal vez no ha sido aún madre? Al mismo tiempo ¿cómo podrá el miembro más joven de la pareja compartir su todavía inmensa fuerza creativa y emprendedora? ¿O bien las discusiones con sus padres, cuando su pareja se sitúa mejor en el lugar de ellos que en el hijo / a como su pareja? ¿Cómo compartir la ilusión por un futuro mejor cuando a uno le queda casi toda la vida por delante mientras que el otro tiene casi toda ya vivida?

Estos son únicamente algunos de los muchos ejemplos en los que es difícil compartir la vida con alguien de muy distinta edad.

Este tipo de uniones tienen problemas cuando el paso del tiempo comienza a mermar el desarrollo de su vida cotidiana. “Hay un quiebre en la idea de que la relación es estar juntos para siempre, pues una pareja habitualmente espera llegar a viejitos, pero ¿qué pasa cuando uno llega primero que el otro?”

Los celos. El manejo de esa sensación ácida de los celos, el miedo a la infidelidad de la pareja, el grado de libertad que cada uno se otorga en la relación con otras personas de sexo contrario.... es uno de los temas delicados y potencialmente conflictivos en cualquier pareja. En las de mucha diferencia de edad se convierte en un gigante que puede terminar haciendo sucumbir la relación.

Amistades de edades y ambientes incompatibles. Se puede privar a las personas que mantienen éstas relaciones  de la satisfacción de juntar a sus amigos con su pareja, y puede producir roces y malentendidos con las amistades del otro ya que funcionan con esquemas muy distintos a los habituales para uno mismo.

Distintas posibilidades sexuales. La sexualidad sólo termina con la muerte, pero va cambiando con el paso del tiempo. Las mujeres suelen estar en el máximo de su potencial sexual, de su capacidad para disfrutar de tocar y ser tocadas. Su deseo, sus orgasmos, la capacidad para liberarse de miedos… están en su punto álgido. Si su pareja tiene alrededor de 65 ó 70 años seguramente tiene un impulso sexual mucho bajo

Rechazo de las familias. Con razón o sin ella es frecuente que tanto la familia de la persona más joven como la de la más mayor, no vean con buenos ojos este tipo de uniones. De no lograr que reconsideren su postura será un dolor para cada protagonista el no poder gozar de la dicha de que su pareja y su familia se encuentren satisfactoriamente, que sus dos pilares afectivos estén “en paz”.  

¿De qué manera enfrentarse a estos problemas?
 Ante todo y sobre todo siendo muy conscientes de que existen, todo lo contrario de lo que se suele hacer. Ocultar un problema, no hablarlo, adoptar posturas que tienden a negar la evidencia, no sólo no contribuye a sobrellevarlos sino que es el requisito para que antes o después desborden a sus protagonistas..

Un vivo interés por las cuestiones del otro, aún cuando por la propia edad esas cuestiones “queden muy lejos” en la experiencia vital actual, será imprescindible, pero sin por ello caer en el autoengaño de creer que pueden ser vividas como propias cuestiones que sólo se pueden vivir con emoción cuando la edad y las circunstancias acompañan para ello.

Una especial generosidad de cada uno para adaptarse al ambiente, a las amistades, al estilo del otro, es imprescindible. También habrá que aumentar el grado en que cada uno da “permiso” al otro para hacer actividades y frecuentar ambientes que le son propios y difícilmente compartibles con la pareja.

Aprender a satisfacer sexualmente al otro siguiendo sus esquemas, su ritmo, y sus preferencias, alternando los estilos y las concesiones. Lo primero que tendrá que hacer cada uno será informarse de las particularidades que conlleva la edad de su pareja

No juzgues como “interesada” a cualquier relación de este tipo, en muchas de ellas también existe el amor.

.Jamás dejes de lado las dificultades extras en este tipo de relación. Conocerlas y aceptarlas es empezar ya a dominarlas. En caso de fuertes dificultades un experto en temas de pareja puede ayudarte






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